Antiguamente los caseríos reunían a grandes familias dentro de sus muros de piedra, destinando una parte esencial de la vivienda a los animales, modo de vida de muchas de las familias del valle. Estas casas debían ser amplias, pues las familias lo eran, y en el modo de vida tradicional la vida rural se concentraba en torno al núcleo familiar, las costumbres rurales y el hogar.
Hoy Mikelenea ha sido reformado con todas las comodidades actuales, pero manteniendo la estructura original y los materiales de construcción, como la piedra y la madera de roble, muy presente en la decoración y los muebles artesanales elaborados en el valle a la antigua usanza.
Otra de las características de este antiguo caserío es que ha sido adaptado como dos casas rurales individuales, Mikelenea y Mikelenetxiki, con capacidad para 16 y 10 personas respectivamente, y que se pueden alquilar juntas o por separado adaptándose a las necesidades de familias muy numerosas o de grandes grupos de amigos.
Ambas disponen de sala de esparcimiento con ping-pong y juegos de mesa para que grandes y pequeños disfruten. Cada una de ellas está equipada con cocina completa y barbacoa para disfrutar de los días soleados, así como una zona en el exterior para aprender y practicar usos del agroturismo y cuidar del ganado. Los días de lluvia son ideales para reunirse en torno al fogón y disfrutar de una película en las cómodas salas de estar, y resguardarse del frío gracias a la calefacción centralizada. Mikelenea Handi (la mayor de ellas), está adaptada y con acceso con sillas de ruedas.
Disfruta en buena compañía de una escapada agroturística de verdad y desconecta de la rutina en Mikelenea.